lunes, diciembre 26, 2005

Stockhausen Helikopter Streichquartett

Sound Director: André Richard
© 2003, approx. 32 mins. + subsequent discussion,
a co-production with Red Bull & Salzburg Festival

Karl-Heinz Stockhausen’s "Helicopter String Quartet" is one of the most complex musical works to put on stage. BFMI took the exciting challenge to realize this piece – being a part of Stockhausen’s oeuvre "Mittwoch" from "Licht" at the occasion of the opening of Hangar-7 at Salzburg Airport on August 22, 2003. Commissioned by Salzburg Festival in 1991, this unique sound experience, written for a string quartet ensemble playing separately in 4 helicopters and their pilots accompaigned by 4 sound engineers, 4 video transmitters, 4 x 3 sound transmitters and an auditorium with 4 video screens and 4 loudspeaker’s towers, the sound director and a moderator, finally in Salzburg, was performed for the second time on Stockhausen’s 75th birthday.

Not hearing each other, only able to synchronize through the reference of the beat time provided by a click-track, the strings mostly play tremoli that blend so well with the timbre of the rotor blades’ rhythms that they sound like music instruments. Therefore, the pilots of the Austrian Airforce flying Black Hawk helicopters became instrumentalists too. As they play, the four musicians are transmitted by cameras and microphones to four towers of television screens and four towers of loudspeakers at the ground station for an audience. During this – through the glass cockpits of the helicopters – also the world can be seen from above.

From BFMI’s point of view, this project is one of the most important ones in terms of what can be accomplished technically to a grand scale. The performance furthermore, was recorded for television as well. However, due to the composer’s restraints, the extraordinary "Helikopter Streichquartett" will also remain unique in a superior meaning: it was reserved exclusively to the live-audience to experience the staging of Stockhausen’s dream coming true that day.

"Helikopter-Streichquartett ist allen Astronauten gewidmet."
("The Helicopter String Quartet is dedicated to all astronauts.")

Karl-Heinz Stockhausen




¿Por qué Beethoven?

«¡Ah, ustedes, los que me han juzgado huraño, atrabiliario y misántropo, cuántos se han equivocado! »

A todo esto agrego: ¿Quién sería capaz de crear semejantes sonidos?, ¿quién sería capaz de crear tan estruendosos acordes?, ¿quién haría vibrar el corazón de los que en verdad lo escuchan?, quién sino quien me impulsa a escribir estas palabras.

Esta persona que todos hemos oído nombrar alguna vez. Él, aquel hombre, un simple plebeyo entre reyes y príncipes, o mejor dicho, un sólo hombre que venció a reyes y a príncipes sin tener casta ni tintes nobiliarios. Él simplemente dirá: «Príncipes hay muchos, Beethoven sólo uno»; y lo dirá con razón, con aquel presagio que su oído no descifró, con la calumnia que sobrellevó toda su vida, con la nostalgia y la sordera que lo volvió un ser "misántropo", un paria de la humanidad, un exiliado, un poeta de la verdad incuestionable. En una época en que se pregonaba con la libertad, la hermandad y la verdad, tan sólo un hombre la materializó y la inmortalizó. De ese hombre estoy hablando en este momento. Aquél que nació en Bonn, aquél que murió en Viena, el "General de los Músicos".

Dirán todos: ¿qué hizo Beethoven para que lo recordemos de esta manera?

Lo puedo decir en cifras: 9 sinfonías, 7 conciertos (5 para piano, uno para violín, uno para violín, piano y chelo), 32 sonatas para piano, 10 sonatas para violín y piano, 5 sonatas para chelo y piano, más de 20 variaciones para piano, 1 ópera, 1 misa, innumerables cuartetos y tríos, muchas obras para piano (bagatelas, rondos, etc.), entre otras obras no catalogadas (WoO).

Sin embargo decirlo de este modo es la forma más arbitraria, inhumana, injusta, absurda que se puedan imaginar; será mejor que se pongan a escuchar a Beethoven, que escuchen su pensamiento, su vida, su sufrimiento, su amor, su pasión; todo esto a través de su música y sus numerosos intérpretes.

Si alguien lee estas palabras no dude en preguntarme, opinarme, o criticarme.
Si quieres asesorías, o un consejo de la discografía disponible de éste gran hombre, háganmelo saber, yo los atiendo con gusto.

Sobre la música y sus vicios

Al hablar de música es muy común preguntarse en qué nivel musical nos encontramos, o cuáles son los progresos actuales en música. Es una pregunta muy difícil de contestar porque hace años que la cuestión hace alusión a muchas contradicciones estéticas, que a la hora de evaluar el arte entran a escena con una serie de líneas paradigmáticas difíciles de evidenciar como verdaderas; a mi parecer todas merecen el beneficio de la duda, ya que como todo ámbito humano, son tan subjetivas como ambiguas.

La música actual, como cualquier tipo de arte, se encuentra invadida por la corriente minimalista (en la actualidad llegamos a escuchar hasta Rock minimalista). Al parecer el progreso no es lo primordial en estos momentos, ya que como muchos percatamos, la época de sucesos musicales de gran valía fue la que le sucedió a las Grandes Guerras, e incluso a la Guerra Fría, cuando compositores como Stockhausen, Boulez o Ligeti entraron a escena con sus aportaciones ininteligibles en el repertorio atonal, electrónico y polirítmico, claro está, cada uno en su faceta distintiva.

No sé que tan imprescindible sea precisar tantos datos, porque primero habría que hacer un análisis demasiado elaborado, sobre todo de las obras de los compositores contemporáneos, para corroborar sus aportaciones a la música. Es una tarea ardua, e implicaría un estudio totalmente interdisciplinario, porque supongamos que logre hacer un análisis armónico de obras de cierto periodo, pero esa es tan sólo una pequeña faceta que avala el progreso de las obras; recordemos que la estética musical se mide en parámetros que no están sujetos a reglas tan rígidas. La mayoría de las críticas musicales se hacen bajo un criterio muy personal, pero sin embargo debe estar muy concientizado ya que lo que se diga repercutirá de alguna manera en el ámbito académico. En la música sucede como en la llamada "cultura mediática", se suelen utilizar terminos demasiado peyorativos, o como los llamaría Umberto Eco: "conceptos fetiche" (el "Easy Listening" designado por los Franckfurtianos es un concepto fetiche, así como "Razón Instrumental"), que no necesariamente representan a un sector, o que son tan ambiguos que pueden dañar de manera irrevocable a un autor o intérprete. Somos muchos los que de manera indiscriminada hacemos críticas de interpretaciones, composiciones, sin percatarnos que tal vez no estemos siendo justos en los juicios emitidos.

Bueno, por el momento es todo, tal vez después realice otro pequeño comentario sobre algún tema en particular.

Tributo al Artista (ése, el que hace arte)

¿Han visto al artista?
Por desgracia yo no he tenido el gusto de conocerlo. Tal vez algún día, con un poco de suerte, y un poco de sacrificio, llegue a su encuentro. Con aquél que tiene al arte como una cosmovisión, y no sólo un medio para expresarse.
Pero qué les parece si en el marco de este foro ponemos los parámetros para llegar al artista.
— ¿Parámetros? — dirá alguien
— Sí, los parámetros para alcanzar al arte — contestaré de inmediato
— Pero, si no existen tales parámetros, es sólo tu imaginación, estás tratando de encontrar una solución errónea a un caso totalmente abstracto. Recuerda, el instinto del ocaso está en todos los seres vivos. Todos y cada uno nace con aquél instinto de llegar al final y embelezarse en el último de los portentos terrenales: la muerte. Las notas de un poeta, el lienzo de un pintor, el esbozo interminable de un compositor tras sucumbir a los pertrechos musicales. ¿Qué los inspiró?, dirás: «su musa, esa mujer que embeleza los corazones incautos de los artistas; o ése joven gallardo que matiza los dramas de las poetisas». Tal vez dirás: «la quimérica imagen del absoluto, la búsqueda del más allá, o el infortunio letargo de la inmaculada concepción divina». Es pues así, primerizo en las letras, que te contradices. Crees en la absolución concreta, en la profanación del arte por tus prejuicios maltrechos, y creas confusión al tratar de crear un postulado idóneo, aunque sólo sea idóneo para ti, o tal vez ni eso...
— Dices sabia verdad, mi ilustre colega, pero veo en ti fallas irrisorias y petulantes. Te jactas de persona justa y de buen juicio; asimismo me atacas de prejuicio y de herejía. Mas no sabes que el “arte” es lo más sagrado para mí. ¿Cómo profanar lo que se ama?, ¿cómo soslayar las razones que llegan a mi mente?, ¿cómo perpetrar aquel delito? Recuerda bien esto, porque yo no propuse un postulado o axioma absoluto. Yo no propuse una idea irracional o un argumento dogmático. Lo único que propuse fue una tesis, una idea sustentada en mis ideales agónicos, en mis suspiros “wagnerianos” y en mi más íntimo deseo aspiracional. Creo profundamente en lo que dices, creo en el arte como el arquetipo humano de lo incondicional e infinito, y también creo en que un artista no es aquel que busca el absoluto, sino aquel que se busca a sí mismo. Sin embargo, y no alcanzaste a escucharlo, yo proponía “parámetros para el artista”, para el arte, para aquel incentivo que nunca es único y que siempre es moldeable. Si el arte es así, por qué sus parámetros debieran ser de otro modo. Un parámetro, como regla o sustento tendenciosamente literal, no es para el arte, sino para cualquier otra disciplina humana. Cuando se crean parámetros estéticos, éstos son fácilmente franqueables, porque el arte no permite barreras, sino espacios abiertos y libertades que rebasan la concepción que humanamente se tiene de libertad. El parámetro propuesto, pues es: hacerse uno con el arte, convertirse en instrumento del arte (y no al arte en instrumento), ser totalmente íntegro, honesto y humilde. Usar la técnica, pero no insistir en ella, porque eso sería una contradicción. El arte es al artista, pero nada es al arte. En el arte las revoluciones son naturales, porque el hombre es un ser de revoluciones. El arte por sí solo es superior, por lo que no es menester saber qué tipo es superior a otro. Decimos conocer 7 artes, pero esa es la máxima limitante. El arte es uno, no conoce límites y no se puede ajustar a esos parámetros. El arte es el exilio del alma, es la fuga inmaterial y el sustento más grande de lo terrenal.

Angela Hewitt plays Oliver Messiaen

Apenas logré adquirir un disco que está genial, en verdad. No sé que pasa en mí cuando escucho un piano con estas características. No es lo mismo escuchar a Bach, a Beethoven, Chopin o Liszt al piano; mucho menos a un Prokofiev o Scriabin; muchísimo menos si se trata de Schoenberg o Boulez. Sin embargo Messiaen me ha fascinado. Pareciera como si se tratara de una apoteosis a la interpretación.
Este disco ese para el sello inglés Hyperion, del cual he conseguido bastantes grabaciones, la mayoría de una calidad extraordinarias. Angela Hewitt esta vez hace una labor extraordinaria y nos demuestra que su calidad interpretativa no sólo es apreciable en Bach, para el cual ha realizado numerosas interpretaciones.
Si alguien lee este comentario espero que pueda comprar el disco y apreciarlo tal como yo lo hice.
Éste es el link: http://www.hyperion-records.co.uk/details/67054.asp
Estos son los tracks del disco:

Préludes 1928/9
No 1 La colombe [2'22]
No 2 Chant d'extase dans un paysage triste [7'17]
No 3 Le nombre léger [2'06]
No 4 Instants défunts [5'01]
No 5 Les sons impalpables du rêve... [5'08]
No 6 Cloches d'angoisse et larmes d'adieu [10'13]
No 7 Plainte calme [2'55]
No 8 Un reflet dans le vent... [5'21]
from Quatre Études de rythme 1950
No 1 Île de feu 1 [2'29]
No 4 Île de feu 2 [4'41]
from Vingt Regards sur l'Enfant-Jésus 1944
No 4 Regard de la Vierge [5'57]Innocence et tendresse ... la femme de la Pureté, la femme du Magnificat, la Vierge regarde son enfant ...
No 15 Le Baiser de l'Enfant-Jésus [12'30]À chaque communion, l'Enfant-Jésus dort avec nous près de la porte; puis il l'ouvre sur le jardin et se précipite à toute lumière pour nous embrasser ...
No 10 Regard de l'Esprit de Joie [9'32]Danse véhémente, ton ivre des cors, transport du Saint-Esprit ... la joie d'amour du Dieu bienhereux dans l'âme de Jésus-Christ

[Por cierto, el pianista noruego, Håkon Austbø, que ya me había deslumbrado con su maravillosa interpretación de Piezas Líricas de Grieg, ha grabado la integral de música para piano (incluye el Catálogo de Aves) de Oliver Messiaen, para el sello discográfico Naxos; quizá aún más recomendable que el disco de Hewitt.]