miércoles, diciembre 23, 2009

Doce razones por las que no escucho ópera (de Eusebio Ruvalcaba)

Como cada diciembre, un gordo llega y nos colma de regalos, ¿no es así?... bueno, no; pero yo sí les dejo un regalito que descubrí en un libro de Eusebio Ruvalcaba, genial escritor, ensayista, poeta, pero sobre todo, melómano; ya que además fue hijo de músicos, su padre fue el gran violinista (primer violín del Cuarteto Léner), Higinio Ruvalcaba.

El siguiente texto lo añado textual porque me parece muy entretenido e informativo, además porque me sentí extrañamente aludido e identificado en él. Dice así:

Doce razones por las que no escucho ópera*

Para Aída Aguilar


1. Por ignorante.
2. Porque cuando le preguntaron a Brahms la razón por la que no había compuesto ópera, respondió sin más: «Hay dos cosas que nunca haré: casarme y componer una ópera». Como mero escucha, yo me sumo a las preferencias brahmsianas, aunque demasiado tarde en cuanto al matrimonio.
3. Porque no creo nada de lo que está pasando en el escenario.
4. Por que no tengo paciencia para escuchar una historia que avanza a pasos de tortuga.
5. Porque musicalmente la ópera nunca me dará lo que me da la música de cámara: la intimidad, el recogimiento y el alborozo individual, ni tendrá jamás esa inmutable capacidad de permitirme mirar hacia dentro de mí, gozar la música en el sentido más profundo, reconciliarme con la vida y agradecer el hecho de estar vivo. Algo que solamente leyendo El sermón en la montaña es posible obtener, en mi caso.
6. Porque el mundillo de la ópera inequívocamente me remite al taurino.
7. Porque, por regla general, las sopranos son incapaces de sentarse a escuchar respetuosamente un cuarteto de cuerdas -bueno, ni siquiera irrespetuosamente.
8. Porque la voz la prefiero un millón de veces a través del género lied o bien de la música sacra, géneros antitéticos de la ópera.
9. Porque las oberturas me parecen tan increíblemente bellas, digamos perlas en las que está concentrado todo el arte de la música; creo que las oberturas son la mejor puerta de entrada a la música. Las oberturas me dan todo. Su unidad es perfecta, principian y terminan de un modo expedito, nada en ellas sobra o falta. Por lo que me pregunto: ¿cómo voy a ser capaz de ponerme a escuchar una ópera, que musicalmente constituye lo opuesto de la obertura? En otras palabras, ¿cómo podría pasar de un poema a una telenovela sin alterar mi sistema nervioso, terminar psicotizado, salir a la calle y asesinar a una piadosa ancianita?
10. Porque los atrilistas de una orquesta sinfónica no tienen nada que ver con el divismo de los cantantes; antes bien, los tenores y sopranos que se dignan dirigirles la palabra a los músicos del foso se cuentan con los dedos de la mano. Desde luego, esto no tiene nada que ver conmigo, porque ni soy músico ni toco en una sinfónica, pero lo saco a colación nomás por no dejar.
11. Porque solamente se puede gustar de un género como la ópera -o como cualquier género- cuando se lo mama desde niño, desde el vientre materno, y en mi casa nunca se escuchó más que música de cámara.
12. Porque prefiero vivir con esa laguna en mi cultura. Después de todo, no deja de ser excitante saber que hay una puerta cuyo umbral uno nunca se atreverá a cruzar.

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* Tomado de Con los oídos abiertos. Aproximaciones al mundo de la música (2002). Paidós Amateurs.


Eusebio Ruvalcaba

Este post no es para desdeñar a la ópera, yo mismo he intentado escuchar diversas óperas y, en ocasiones, lo he logrado. He visto al menos media docena de óperas en formato DVD, y quizá dos o tres no me han conducido al reino de Morfeo.

También existen algunas óperas contemporáneas cuyo trama es mucho más interesante que aquellas óperas decimonónicas. 

Quizá es por eso que la mayoría de los cantantes y productores de ópera, programen más conciertos con las Arias aclamadas y concidas, que esas costosas producciones a las que sólo asiste gente con muchos recursos, pero con pocas covicciones con respecto al arte y la música.

domingo, diciembre 13, 2009

Ligeti: Trois études


Pierre-Laurent Aimard interpreta tres estudios para piano del primer libro de György Ligeti. Los estudios son: Étude I: Désordre; Étude III: Touches bloquées; y Étude VI: Automne à Varsovie



En este sitio podrán encontrar el disco György Ligeti Edition Vol. 3, donde se encuentran los 15 estudios para piano y Música Ricercata, obras interpretadas por el pianista francés Pierre-Laurent Aimard

martes, diciembre 01, 2009

Sinfonía Vapor


El sábado pasado (28 de noviembre), y como ya había mencionado), se llevó a cabo el concierto denominado Sinfonía Vapor.

El concierto se denomina así porque conmemora una obra del compositor Melesio Morales -la homónima Sinfonía Vapor-, que fue compuesta ex profeso para la inauguración de la estación de ferrocarriles de la Ciudad de Puebla en el año 1869. Dicha estación es actualmente el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos.

El concierto tuvo una duración aproximada de una hora, con una afluencia enorme de gente, ya que esta vez la difusión fue muy amplia. 

La Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz, dirigida por Antonio Tornero, dio una cátedra de cómo debe interpretar una orquesta sinfónica profesional. Las obras interpretadas no fueron sencillas, y la ejecución en general fue de alto nivel. 

Les dejo un par de fotos del concierto.