La musa, contenta de su non-esbelta figura, visitó esta vez la muy heroica ciudad de Puebla, para darse vuelco en un agasajante y festivo evento, que continúa las celebraciones de los 475 años de la fundación de esta magnánima ciudad.
Siempre atenta a la cultura, la musa que ya había partido plaza al visitar la ciudad en la presentación de ópera, “Operissima”, se pregunta ¿por qué no presentan una ópera entera y sólo cachitos?
Pero esta vez, nuestra regordeta amiga, quiso darse un taco de ojo (y de paso de oreja), porque el tenor Fernando de la Mora se presentaba en Puebla, con todo y voces de Ángeles. Tal vez cuando se presenta en Toluca lo hace con las voces del coro de Mefistófeles.
El estudiado programa, como sucede siempre en Puebla (¿recuerdan a la OSEP tocando con la Sonora Margarita?), recorrió diversos estilos musicales, desde la Ópera, los Boleros, y hasta Mariachi. Tan variada fue la velada, que la primera parte (Tres preludios y tres arias de la ópera “Carmen”) estuvo coreada por bostezos, y al final todo mundo cantaba, gritaba, y chiflaba junto al Mariachi Gama 1000.
La musa llegó muy temprano al Complejo Cultural Siglo XXI, pues el boleto sugería llegar con harta puntualidad (45 minutos antes); no faltó, por supuesto, quien llegó 5 minutos tarde. Mientras esperaba, con su regordeta figura dispuesta en su asiento, leía con admiración el programa que las señoritas edecanes (a las que nos les envidiaba nada), le habían obsequiado. Se asombra por el despliegue artístico de De La Mora, que además de haber trabajado bajo la batuta de directores de la talla de: Zubin Mehta, Ricardo Muti, Sir John Pritchard, Richard Bonynge, Lorin Maazel, Charles McKerras, Enrique Patrón de la Rueda y Eduardo Mata, tiene un repertorio insólito. Para remarcar esto, la musa prefiere citar textualmente.
“Su repertorio incluye principalmente ópera francesa e italiana como Hoffmann (Los Cuentos de Hoffmann), Werther (Werther), Romeo (Romeo y Julieta), Fausto (Fausto), Don José (Carmen), Des Grieux (Manon), Gerard (Lakmé), Rodolfo (La Bohème), Rodolfo (Luisa Millar), Alfredo (La Traviata), Pinkerton (Madama Butterfly), El Duque de Mantua (Rigoletto), Leicester (Maria Stuarda), Nemorino (Elixir de Amor), Mario Cavaradossi (Tosca), Macduff), Roberto Devereux (Roberto Devereux), Percy (Ana Bolena), Paco (La Vida Breve), etc.”.
La musa se cuestiona, malhumorada, ¿es el compositor entre paréntesis o la obra?, ¿o quizás sean personajes de la ópera?. Pero aún así, confundida, prefiere no resolver este acertijo.
Así mismo, se percata que el tenor será acompañado por una dama, la soprano Irasema Terrazas, quien también cuenta, de acuerdo al programa, con un repertorio interesante. Se citará textualmente una vez más.
“…interpretando roles en óperas del repertorio tradicional, tanto como en estrenos internacionales: Leïla, Amor, Inés, Venus, Adina, Eurídice, Micaela, Flor, Silvia, Maria, Pamina, Amy, Arianna, Estela, Paulina; y a Freia, Helmwige, Waldvogel y Woglinde en la Tetralogía de Wagner: Der Ring des Nibelungen”.
Lo último que faltaba, ahora también los personajes de ópera se rebelan y no quieren responder a su autor. Resulta que esta soprano también hace papeles en obras de teatro conocidas, como Christine, ¿alguien conoce al autor?, la musa tampoco.
Luis Alvaz
13 – diciembre – 2006
NOTA: La musa inepta es una sección de la revista Pauta, que en la actualidad escribe el escritor y musicólogo Juan Arturo Brennan, a quien personalmente admiro muchísimo. Antes, un gran hombre de letras alternaba con Brennan la redacción de esta divertida sección, Luis Ignacio Helguera, quien falleció hace pocos años. A ambos dedico este pequeño sortilegio, no sin antes invitar a todos a crear una conciencia crítica en los eventos culturales que se presentan en la ciudad de Puebla. En lo personal jamás he estado en contra de la difusión cultural (yo mismo me dedico a eso), sin embargo, nuestra ciudad capital del Estado (por ende, gobierno estatal y municipal), tiene una extraña forma de hacernos llegar la “cultura”. Algunos la llaman Alta Cultura (High-Cult); un término bastante controversial. Yo quisiera que el mundo viera al arte como una cosmovisión, no sólo como un escaparate o un desencuentro con la realidad cotidiana. El arte está mucho más allá de lo que nos presentan en un escenario, el arte está en ti y está en todos. Este mensaje no es unilateral, si quieren compartir sus opiniones conmigo, yo estoy dispuesto a escucharlas y leerlas. Muchas gracias por su atención.
Siempre atenta a la cultura, la musa que ya había partido plaza al visitar la ciudad en la presentación de ópera, “Operissima”, se pregunta ¿por qué no presentan una ópera entera y sólo cachitos?
Pero esta vez, nuestra regordeta amiga, quiso darse un taco de ojo (y de paso de oreja), porque el tenor Fernando de la Mora se presentaba en Puebla, con todo y voces de Ángeles. Tal vez cuando se presenta en Toluca lo hace con las voces del coro de Mefistófeles.
El estudiado programa, como sucede siempre en Puebla (¿recuerdan a la OSEP tocando con la Sonora Margarita?), recorrió diversos estilos musicales, desde la Ópera, los Boleros, y hasta Mariachi. Tan variada fue la velada, que la primera parte (Tres preludios y tres arias de la ópera “Carmen”) estuvo coreada por bostezos, y al final todo mundo cantaba, gritaba, y chiflaba junto al Mariachi Gama 1000.
La musa llegó muy temprano al Complejo Cultural Siglo XXI, pues el boleto sugería llegar con harta puntualidad (45 minutos antes); no faltó, por supuesto, quien llegó 5 minutos tarde. Mientras esperaba, con su regordeta figura dispuesta en su asiento, leía con admiración el programa que las señoritas edecanes (a las que nos les envidiaba nada), le habían obsequiado. Se asombra por el despliegue artístico de De La Mora, que además de haber trabajado bajo la batuta de directores de la talla de: Zubin Mehta, Ricardo Muti, Sir John Pritchard, Richard Bonynge, Lorin Maazel, Charles McKerras, Enrique Patrón de la Rueda y Eduardo Mata, tiene un repertorio insólito. Para remarcar esto, la musa prefiere citar textualmente.
“Su repertorio incluye principalmente ópera francesa e italiana como Hoffmann (Los Cuentos de Hoffmann), Werther (Werther), Romeo (Romeo y Julieta), Fausto (Fausto), Don José (Carmen), Des Grieux (Manon), Gerard (Lakmé), Rodolfo (La Bohème), Rodolfo (Luisa Millar), Alfredo (La Traviata), Pinkerton (Madama Butterfly), El Duque de Mantua (Rigoletto), Leicester (Maria Stuarda), Nemorino (Elixir de Amor), Mario Cavaradossi (Tosca), Macduff), Roberto Devereux (Roberto Devereux), Percy (Ana Bolena), Paco (La Vida Breve), etc.”.
La musa se cuestiona, malhumorada, ¿es el compositor entre paréntesis o la obra?, ¿o quizás sean personajes de la ópera?. Pero aún así, confundida, prefiere no resolver este acertijo.
Así mismo, se percata que el tenor será acompañado por una dama, la soprano Irasema Terrazas, quien también cuenta, de acuerdo al programa, con un repertorio interesante. Se citará textualmente una vez más.
“…interpretando roles en óperas del repertorio tradicional, tanto como en estrenos internacionales: Leïla, Amor, Inés, Venus, Adina, Eurídice, Micaela, Flor, Silvia, Maria, Pamina, Amy, Arianna, Estela, Paulina; y a Freia, Helmwige, Waldvogel y Woglinde en la Tetralogía de Wagner: Der Ring des Nibelungen”.
Lo último que faltaba, ahora también los personajes de ópera se rebelan y no quieren responder a su autor. Resulta que esta soprano también hace papeles en obras de teatro conocidas, como Christine, ¿alguien conoce al autor?, la musa tampoco.
Luis Alvaz
13 – diciembre – 2006
NOTA: La musa inepta es una sección de la revista Pauta, que en la actualidad escribe el escritor y musicólogo Juan Arturo Brennan, a quien personalmente admiro muchísimo. Antes, un gran hombre de letras alternaba con Brennan la redacción de esta divertida sección, Luis Ignacio Helguera, quien falleció hace pocos años. A ambos dedico este pequeño sortilegio, no sin antes invitar a todos a crear una conciencia crítica en los eventos culturales que se presentan en la ciudad de Puebla. En lo personal jamás he estado en contra de la difusión cultural (yo mismo me dedico a eso), sin embargo, nuestra ciudad capital del Estado (por ende, gobierno estatal y municipal), tiene una extraña forma de hacernos llegar la “cultura”. Algunos la llaman Alta Cultura (High-Cult); un término bastante controversial. Yo quisiera que el mundo viera al arte como una cosmovisión, no sólo como un escaparate o un desencuentro con la realidad cotidiana. El arte está mucho más allá de lo que nos presentan en un escenario, el arte está en ti y está en todos. Este mensaje no es unilateral, si quieren compartir sus opiniones conmigo, yo estoy dispuesto a escucharlas y leerlas. Muchas gracias por su atención.
1 comentario:
El mundo que ve el arte-cosmovisión es el artista que ve el mundo.
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